martes, 13 de enero de 2015

Luchando contra la depresión

Algunos te dirán que el dinero es poder, y gastarán en un año, un millón de dólares en joyas ...
Otros te dirán que el poder, es tener autoridad sobre otros, y se dedicarán a oprimir, a manipular, a estafar o a humillar a todos los que caigan bajo su red...
Otros te dirán que el poder es el carisma, la belleza, la sensualidad, y se dedicarán a conquistar y a seducir sin asco y sin corazón en pos de un harem contabilizado en su memoria aburrida...
Otros te dirán que el poder es amenazar, aterrorizar, asesinar, degollar, violar, o lacerar a otros hasta que dejen de rogar...
Y otros te diran que el poder es curar, dar alivio, ayudar, facilitar y asistir a... otros...
Pero todos ellos viven en sus respectivos mundos imaginarios...
El único poder que existe es nuestra intransferible capacidad de decidir.
Puedes preguntarte, qué poder tiene un hombre frente a la violencia, frente a una cámara de gas, frente a un psicópata secuestrador?!
Y sólo hay que saber, que hay una llave que nos pertenece y que es invalorable... y nadie, nadie, puede hurtarla...
Hay personas en todo el mundo, que son ejemplos vivos de que el poder está en cada uno de nosotros!
Cada uno de nosotros puede elegir la actitud que quiera frente a todas las circunstancias de la vida...
Y es riesgoso...
No sólo en casos extremos como cuando un hombre común decide hacer frente a un terrorista que intenta asesinar a otras personas...
No sólo, negándose a sobornar o a ser prostituído cuando todo el mundo lo hace...
Sino, y especialmente, cuando uno debe decidir si será feliz o será un desgraciado...
Parece una locurta, pero no lo es.
Nos han hecho creer que ser feliz, depende de tener o conseguir determinadas cosas, objetivos, o vínculos...
Pero ser feliz, y todos lo sabemos en algún rincón de nuestro corazón, no depende de lo que tenemos, ni de lo que somos para otros...
Ser feliz, es una decisión.
Una decisión constante y sin treguas.
Para respirar, si estas medianamente sano, no necesitas pensar, ni evaluar, ni decidir nada...
Pero para ser feliz... necesitas todo el poder, tu propio poder, el poder de tu decisión.

Breve historia de una decisión...

Ella estaba perdida...
Había intentado todo lo que ella había podido intentar, pero no hubo manera de que él volviera...
Lo había perdido.
Y ella se había perdido con tanto dolor y tanta ausencia...
No podía dejar de culparse... si hubiera hecho otras cosas, si hubiera actuado diferente... tal vez...
Y la tortura venía a despertarla por las mañanas y no la dejaba dormir por las noches...
Era un sin fin de remordimientos, de lágrimas, de recriminaciones, de oscuridad...
Cuánto se puede vivir así?
Pero ella no quería vivir...
No quería nada.
Sólo quería que él volviera...
Estaba haciendo de su vida y la de sus seres queridos, un laberinto sin salida...
No hay modo de hacer que los otros hagan lo que uno quiere que hagan... No hay modo de manipular el amor...
-Ufff... le dijo un hombre sabio...
-Uffff... qué?! ella preguntó ofendida...
-Eres como cualquier materialista...
-Qué!!!!????? gritó desde su corazón desgarrado... Acaso no conoces el dolor que me derrumba día a día???!!!!
-Eres como cualquier materialista, estás enfocada en una sola cosa...
-Cómo te atreves ???!!!
-Estás enfocada en tu dolor, sólo en tu dolor, y no ves nada más!
-...

Ella quiso gritar Qué más???!!!! Pero no pudo, porque aunque estuviera cegada por la tristeza, aún le quedaba la cordura de admitirlo. Sí, había cosas buenas en su vida... Cosas muy buenas...
Simples cosas, tener un techo, comida para alimentarse, poder ir al baño y que sus seres queridos estuvieran sanos...
Con los despojos que aún latían dentro de sí, con el amor que tenía para dar, tomó una decisión.
Ser feliz.
Hacer todo lo posible. No sólo por ella, también por aquellos que la estaban esperando...
Lo intentó duro.
Desde sus propios submundos.
Desde su trabajo interior.
Reubicando el dolor.
Reubicando el amor.
Abriendo una salida en el laberinto...
No lo hizo en un día, y tampoco lo hizo sola.
Pero lo hizo sin medicación... sin "profesionales"...
Su decisión, Dios, y el amor de quienes la esperaban, la ayudaron a luchar contra la depresión...
Se hizo un programa de emergencias, cada vez que aparecía ese pensamiento terrible, cada vez que se empezaba a decir: “si hubieras sido diferente”, ella tomaba una imagen de la caja de primeros auxilios, pensaba en flores, en olas del mar, en cualquier tontería, hasta que el pensamiento destructivo se iba... hasta la próxima batalla...
Intentó ver lo bueno, intentó ponerse metas para no enojarse durante el almuerzo de los sábados, y luego, fue más ambiciosa y se propuso no enojarse en el transcurso de la tarde del sábado, también...
Decidió, decidió, decidió, a cada instante...
Era agotador, pero vital, como cualquier entrenamiento...
Fue avanzando...
Pasaron los años, hubo nuevos desafíos y nuevas metas, y aún, sangraban las viejas heridas... Ella volvía a vendar y volvía a empezar una y otra vez...
A veces era una foto, un juguete, una situación similar, un miedo, una película....
Ella era, ella es, como un ex-adicto, ex-alcóholico...
Siempre volvía y siempre había que luchar contra la tentación de caer en el dolor sin remedio y sin salida...

Pasaron más de diez años... Y un día descubrió algo aterrador que podía liberarla...
Ella descubrió, que aún deseaba que nunca hubiese pasado lo que sucedió!
Ella quería que "aquello" no hubiera pasado nunca!
Y sin saberlo, se había aferrado a la ilusión de revivir la historia, su historia... 
Años luchando, años trabajando sobre reconstruir su vida, pero aún continuaba, sin darse cuenta, apegada a “si no hubiera sucedido lo que sucedió...”
Después de más de diez años tuvo que volver a decidir.
Tuvo que aceptar que lo que había ocurrido en el pasado, ahora, en el presente, se había transformado en una fuente de poder, ella se había transformado en la dueña de una gran sabiduría...

Han pasado casi catorce años... Ella es feliz. Decide ser feliz cada día, a cada hora...
A veces es muy fácil, y otras veces... es tan difícil como rescatar una flor en un tsunami...
Pero continúa de pie. Poderosa.
Porque el poder de ser feliz, no está en la cuna, ni en una bandeja de plata, no está en los dones, ni en la juventud.
El poder de ser feliz con lo que eres, está en las decisiones que tomas cada segundo de tu vida...
Y como en cualquier entrenamiento poderoso, no existe fortaleza, sin dolor.

Con amor
Lev Emet


domingo, 4 de enero de 2015

Sobre-Viviendo a un acosador moral


Si quieres empezar a integrar tu vida, y elegir tu verdadero destino de gozo y alegría, debes saber que enfrentaras todo tipo de obstáculos y trampas.
El camino hacia el autoconocimiento, hacia la verdad de nuestra esencia, hacia nuestro éxito indestructible, se presenta inevitablemente plagado de pruebas que nos obligarán a madurar, a levantarnos a pesar de las caídas y a vivenciar el sabor de la autosuperación.
A mayor potencial, mayores serán los retos a enfrentar.
Cuanto más talentosa, capaz, inteligente, bondadosa, virtuosa, sea una persona, las dificultades que deberá sortear serán tan altas como las maravillas que ha venido a parir.
Una persona mediocre, deberá enfrentar conflictos que tengan poco vuelo, pero una persona con ideales elevados, con sueños intensos y creativos, deberá, combatir contra enemigos fuertes que intentarán aplastar sus ansias de libertad y de belleza...
Yo soy una sobreviviente...
Y como sobreviviente, traigo, entre las cicatrices, infinitas experiencias y dolorosa sabiduría.
Y como ya te lo he expresado en cartas anteriores, quiero ayudarte a prestar atención a las señales de peligro...
Quiero hablarte hoy sobre el acoso moral...
En verdad, el acoso moral, es un arma muy utilizada en la actualidad y puede ser letal...
Y los individuos brillantes (aún siendo ignorantes de su propia luz), suelen ser el blanco predilecto de predadores o vampiros emocionales...
Estos personajes suelen buscar y hurtar la luminosidad ajena, con el fin de “encandilar” a su entorno con astucia y así, macerarlo para su manipulación.
No es necesario actuar en el mundo de la política, ni en corporaciones multimillonarias, este personaje siniestro, el acosador moral, es un individuo, que actúa tanto en una oficina pública, en un elenco de teatro, como en la intimidad familiar...
Puede ser que esté viviendo contigo y aún no te hayas dado cuenta y no percibas que tu depresión y tu angustia, se debe al abuso constante que el acosador hace para corroer tu voluntad y tu autoestima...
Su ataque es invisible, como fibras de vidrio, te van calando de manera que no deja huellas, provoca heridas que no pueden ser rastreadas... y tú te sientes cada día más sensible, más dolorida, más incomprendida y más sola.

Breve historia de un acoso...
Comienza por adularte... Eres tan hermosa... Eres tan genial!
Te invitará a salir, te halagará y te contará sus desdichas en el amor...
Se mostrará empequeñecido, o frágil y bajarás la guardia...
Despertará tu ternura y tu deseo de cuidar...
Entonces comenzará a llorar porque otros te miran, porque tienes pasado, historias, amistades...
Sentirás que estás en deuda, porque él es tan dulce... tan indefenso...
Te insinuará que dejes tu puesto, tu rol o tu trabajo, que juntos podrían comenzar una vida nueva de cero...
Y tú, que hasta ahora eras más exitosa, y ganabas muy buen dinero, que tenías una propiedad y no tenías deudas, que salías con amigas y amigos y te sentías feliz con el desarrollo de tu tarea... te convencerás que tal vez, si abandonas todo por esa relación, él se calmará y podrán construir algo juntos...
Y entonces te despides de todo. Renuncias y te quedas con él.
Y comienza tu calvario...
Intentas ayudarlo a conseguir empleo o a armar su empresa...
Al principio parece que todo está bien... pero apenas aparecen los primeros frutos, intentará apartarte de los créditos...
Él no agradece tu esfuerzo, sino que comienza a hacerte sentir que no eres buena para nada...
Juntos, frecuentan sus amistades, allí él hace chistes sobre tí, te desvaloriza, habla sobre otras mujeres, sobre otras experiencias...
Si te ofendes publicamente, dirá que eres una aguafiestas, que no tienes sentido del humor, si lo haces en privado dirá que estás loca, o simplemente te ignorará...
Si respondes públicamente o cuentas tus experiencias, él te acusará de desubicada, y te hará pasar el peor de los momentos frente a “sus amigos”...
Si haces algo para él, tu acosador, olvidará darte las gracias, administrará el dinero que él gana, como a él se le de la gana y si no te gusta, te dirá que vayas a trabajar... pero tú tenías un trabajo bien pago y tenías un buen nombre... y ahora todo parece oscuro y la negatividad se ha apoderado de tí...
Intentarás nuevos proyectos y él siempre encontrará algo para denigrarte, para bajar tus expectativas...
Para con los demás, él siempre aparecerá como el joven emprededor, carismático y tú comenzarás a ser una figura decorativa... pero tú eres talentosa y tienes esa chispa que está agonizando...
Aunque él haya engordado, tú estarás en la balanza y si algo sale mal, te apuesto a que tú pagaras los platos rotos...
Un día quedarás embarazada...
Y con el nacimiento de tu hijo, descubrirás que esa criatura te necesita para sobrevivir, necesita tu amor... Sentirás que realmente es importante y tiene sentido tu existencia...
Entonces el acosador, intentará minar esta sensación... pondrá en duda tu capacidad para ser madre, ya que como esposa, eres una inservible...
Contagiará a todo el entorno y tú, que estás bajo la pesada carga de años de acoso moral, también creerás que no eres buena para nada...
Pensarás en salir de este mundo... en suicidarte.
Una... mil veces... y él estará presionándote hacia el precipicio, mientras todos creen que es un tipo maravilloso...
La intimidad será inexistente, nula...
Los acosadores suelen tener muchos problemas para intimar, son básicamente superficiales y tienen un concepto utilitario de cualquier vínculo interpersonal...
Un día, cuando ya quede poco de todo lo que eras, viene a decirte que ha perdido el interés en tí y que no sabe si quiere seguir contigo...
Quiere tomarse un fin de semana para pensarlo...
Aunque estás decaída y triste, no te has vuelto una estúpida sin remedio y entiendes que quiere un “pase libre” para ir con su nueva, joven y despampanante secretaria a algún lugar de la costa...
Tu mundo se desploma, en los últimos años, has “construído” tu vida, como un apéndice alrededor de sus caprichos y su desvalorización hacia tí...
Pero en éste, que parece el peor momento, es cuando el acosador moral comete el error de hacerte saber que ya no le importas, es el mejor momento para huir de sus garras invisibles y comenzar a volar...
Entonces, te tragas las lágrimas y le respondes que Ok. que los dos se tomarán ese fin de semana “libre” para pensar... y el predador se da cuenta que ha cometido una gran equivocación, te ha abierto una salida y quiere volver atrás...
Suspende su “escapada” y mágicamente, su secretaria abandona el trabajo y consigue trabajo en las oficinas de un amigo de tu acosador...
Pero tú, ya has vislumbrado un futuro que creías perdido...
Y vas por él...
Intentas buscar trabajo y en la primera audición fallas estrepitosamente, te avergüenzan y lloras... pero tú sabes que ya no estás encarcelada, tu pacto de muerte con tu acosador se ha terminado...
Vuelves a audicionar y te contratan para el mejor trabajo que hayas podido imaginar en ese momento...
Tienes éxito...
Tu acosador desestima tu trabajo, lo ridiculiza, pero sabe que le quedan pocas horas...
Comienza entonces a trabajar sobre tu hijo...
Le guiña el ojo riéndose de tí...
Se hace ver como el pobrecito que se queda solo...
Tu maduras... te recompones de a poco...
Y dos años después le pides el divorcio.
Tu acosador no quiere separarse... se enfurece...
A los acosadores no les gusta perder...
Pero tú ya lo has decidido...
Y si tu abusador no puede retenerte, al menos intentará quitarte todo lo que pueda...
A la hora de dividir el patrimonio, miente sobre los bienes y otras cuestiones, y tú quieres al menos un lugar para reconstruir tu vida junto a tu hijo...
Tú, perderás a todas las amistades, nuevamente, aunque esta vez, estarás feliz de no verlos más y él comenzará a utilizar a vuestro hijo para enviarte mensajes, para escrudiñar sobre tu nueva intimidad, hará arreglos que desarreglará y continuará opinando sobre tus elecciones como si aún fueras su presa.
En fin... tú, haras cambios, y él los traducirá para el entorno como que te volviste loca, promiscua o que te metiste en una secta, de cualquier modo y cualquier argumento, no te abandonará hasta que te haya roto el corazón y te considere vencida.
Te quitará a tu hijo, si es necesario, ayudado por tus propios familiares...
Y si crees que una mediación le pondrá un muro a su belicosa personalidad, te mostrará que está dispuesto a llevar a tu hijo a un juicio y a arruinarle la vida definitivamente...
Entonces tú eliges el mal menor y salvas a tu hijo de ser descuartizado como Tupac Amaru.
Intentarás armar tu vida de nuevo, construirás otro hogar y tendrás otros hijos y comprobarás que no eres la loca, ni la inservible, y amarás a tu esposo y a tus hijos, aunque el acosador moral te haya roto el corazón y te hayas visto obligada a tener que surcir los pedazos con lágrimas, abrazos, e infinita fe y paciencia... Finalmente, volverás a sentir que estas viva...

Si eres inteligente, bondadosa, si eres bella y capaz, si tienes éxito social o profesional o eres una estudiante excelente... y estás iniciando una relación con alguien que se comporta como un acosador moral, hazte un favor, esfúmate, inventa cualquier excusa, pero aléjate de él lo antes posible, porque los predadores emocionales, nunca se sacian... hasta que mueren.

Con todo mi amor
Lev Emet


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